sábado, 10 de junio de 2017

"Crónica"

5:38 pm. Un hombre encadenado es puesto con la cabeza bajo una canilla que cada un par de segundos deja caer una gota y es abandonado. A ellos ya no les importa más. Sería liberado esa noche; ya había terminado el momento de hacerlo pagar. Él suspira y encuentra en esa sensación que había detestado tanto, la paz en la coordinación del caer de las gotas y su respiración. Le duelen las muñecas, pero ya no importa. Cuenta los minutos.
  6:03 pm. Una mujer alza su copa con una sonrisa infinitamente triste en la reunión más importante de su vida. ¿La razón? Las únicas conclusiones son puras mentiras, fruto de su propia ignorancia. Sabía que después nada valdría la pena. Necesitaba huir.
  7:35 pm. Ella compra con valija en mano el pasaje a su próxima vida.
  8:32 pm. El hombre que es desencadenado se sube al auto y grita con los pulmones llenos de libertad. La valija en el baúl. Su pasado ya está a kilómetros de distancia.
  9:37 pm. Un niño de 7 años busca a su mamá, recorre el aeropuerto con la mirada. La encuentra, la abraza. La mira. Mira. Se calma.
  4:17 am. Se cae un avión. Quedan 5 sobrevivientes. No se conocen. Un niño de 7 años busca a su madre con la mirada. No la encuentra. Llora.
  8:22 am. 5 personas se asoman en los suburbios de Bogotá, desesperados.
  11:42 am. Un grupo de sobrevivientes de un avión caido es encontrado en las afueras de la capital colombiana. Tres adultos, un adolescente y un niño. Argentinos.
  2:15 pm. “Podría haber sido peor”.
  2:19 pm. El niño busca con la mirada a su madre.

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